Tecnología

La primera caída de mi Xperia

Pero no fue cualquier caída, oh no señor, fue la gran caída, no sólo de este año sino de toda su historia en mi posesión; desde que salió de su caja hasta que llego a mis torpes manos.
Que debo confesar si lo había tirado antes pero cosas normales, caídas ligeras que tenían lugar para recordarme que todos somos mortales, frágiles y todos podemos sufrir de vez en cuando una caída y que sobrevivimos, porque eso hacemos caemos y nos levantamos, incluso mis celulares, supongo que por ello de vez en cuando se me caen de las manos; no es que sea tonta o torpe, sino es una poderosa lección de vida la que me dan mis teléfonos inteligentes, por eso son inteligentes.

Es normal que se caigan e incluso están diseñados para recibir un trato duro.

Pero obvio, por más que estén hechos estos aparatos pensando en que se podrían caer, incorporando algunos de ellos la tecnología gorila u otras adiciones que los hacen fuertes y resistentes; por más que tengan un seguro contra caídas, pues no los andas aventando al piso para ver cuánto aguantan y resisten, obvio no, a menos claro está que seas un blog que hace reseñas sobre resistencia de celulares, de otra manera nadie permite que se caiga el celular de sus manos, ni siquiera en plan metáfora de la vida.

Por ello uno es tan cuidadoso, gentil, suave, delicado, tierno y protector cuanto sea posible con su smartphone, porque es tuyo y obvio costo una lana. Además para muchas personas el celular se convierte en una de las relaciones más largas y duraderas que puede experimentar una persona, supongo que eso genera toda una relación de amor así como codependencia, una que solo se puede dar con tu cel, tu amado celular que está contigo en las buenas y en las malas, es tu confidente y sabe muchas cosas de ti, cosas que nadie en el mundo debería saber; pero tu celular las sabe y nunca te juzga, supongo que esa es la razón por la cual muchos amamos a nuestro celular, y repito, terminan costando una lana, así que no vas a andar aventando tu iPhone, sin importar que sea generación 4s o tu Xperia verde limón, ni madres, tu cuidas esas dos cosas con tu vida.

Somos muy y extremadamente cuidadosos con nuestro cel, y la relación dice que entré más nuevo, más lo cuidamos y le compramos protectores y esos plastiquitos corrientes que le ponemos a las pantallas para evitar que se raye con las llaves, los objetos y el uso diario, esos plásticos que con el tiempo se ven horribles, mugrosos y desenfocan la pantalla, pero le ponemos todas esas payasadas para que alarguen su vida útil.

Son los mismos que lo protegen de cuando se cae y derrapa por el piso, girando 360 grados por el concreto, cayéndose desde la bolsa de la chamarra; son esos plásticos los que protegen a la pantalla táctil de daños que arruinen la navegación y visibilidad. Pero como me parecen algo corrientes e innecesarios, nunca se los he puesto y no pienso hacerlo, aunque la pantalla de mi Xperia haya sufrido una fea raspadura en forma de circunferencia, por no haberlo protegido con esos horribles plásticos, y por cierto no tienes idea de cuánto me duele ese raspón, es más, juro que hubiera preferido caerme yo.

Oh dios, porque no me paso a mí, jajajajajajaja.

Espera, un minuto, espera, la vez que me caí en esa misma zona de asfalto rasposo y duro, me raspe toda la rodilla, ahora que lo pienso, que bueno que fue el celular y no yo, además, para eso están hechos y mi Xperia resistió muy bien esa aparatosa caída con unos pocos raspones.
Creo que si hubiera sido el iPhone, ese no la hubiera contado.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com