Reseñas de Cine

Reseña de la película Hagen y yo, White God

Las expectativas que tenía de ver esta película eran muchas, sobre todo porque se ganó el premio del Festival de Cannes como mejor película y los titulares que abundan en internet sobre esta cinta, me preparaban para ver una emotiva, pero dramática cinta sobre la gran problemática que viven los perros callejeros.

Ahora, después de haber visto la cinta; esa que clasificaban de tierna, emotiva, magistral, suprema, increíble. Debo decir que me causo un gran shock y no en un sentido dramático, sino porque es una pésima película, es mala, no tiene mucho sentido, son dos tramas completamente diferentes que no tienen mucha moraleja en un panorama general. Lo que vi y lo que dicen sobre la película Hagen y yo, White God, me hace preguntarme si vi la misma película de la que todos hablan; esa que busca concientizar de una manera muy cruda el horrible destino que viven los perros de la calle.

Añado a eso, las personas que hicieron el guion seguro no saben mucho de perros, porque hay cosas tan ilógicas sobre el comportamiento de los perros en esta película, que rompen con toda clase de sentido común. La película Hagen y yo, White God, es una cinta muy mala, que aboga en un sentido estricto en que nos preocupemos por los perros, antes de que ellos se conviertan en una especie de amenaza a nuestra sociedad; bien, ese mensaje promovió adopciones, no estoy segura que haya sido el mensaje más positivo del mundo, pero por lo menos una “mala acción” genero una “reacción positiva”.


Pero hay que entender que ese mensaje, el cual transmite la cinta, es tan malo y negativo; como el mensaje doble moral e hipócrita que hacen las personas ricas que únicamente ayudan a los pobres para evitar que los atraquen en un futuro.
Tal vez este mal, pero creo que si se va ayudar a alguien, quien sea, se hace únicamente por ayudar a esa persona o ser vivo, y no para que en un futuro evites que te hagan algo malo; discúlpenme pero eso es egoísta y se ve por el bienestar propio, aun ayudando a los demás.
Aunque lo pienso, y si se adoptaron perros y alguien fue concientizado y sensibilizado por esa película, pues bueno, supongo que no es tan mala después de todo.

Me resulta algo difícil comenzar mi reseña de la película Hagen y yo, titulada en ingles White God, un drama húngaro que recorrió el mundo del cine independiente, además de los circuitos más prestigiados de festivales de cine cosechando éxitos, siendo aclamada por la crítica experta y ocasionando un gran impacto en las diversas audiencias dónde se exhibía.

Esta película logro en diversos países una serie masiva de adopciones caninas, pero no solo eso, las cifras impresionantes de la película Hagen y yo, White God, lograron que los 200 perros que trabajaron en el filme fueran adoptados. Ok, tratare de no perder de vista eso, pero eso no quita el hecho de que haya sido la peor película que haya visto en muchos años y lo peor es que yo soy animalista, y al terminar de verla me pareció un insulto a la razón y la noble tarea que hacemos las personas que buscamos el bien de los perros.

Tengo que agregar a esto, que esta cinta combina hechos reales con una ficción estremecedora, claro que los perros que son abandonados por dueños irresponsables que no se quieren hacer cargo de su cuidado, hace que estos perros terminen sufriendo inmensamente, es claro, pero el hecho de que planteen a los perros como un peligro para la sociedad, en la que en cualquier momento se van a salir de control para atacar y matar a todos los humanos en una loca venganza, por favor, es mera ficción al mero estilo húngaro.

La película se llamó en español “hagen y yo”, en algunos lugares se encontraba con el título “buscando a hagen”, pero en realidad debió llamarse “la venganza de hagen y una niña tonta con un padre mezquino”.

Que puedo decir, la sensación que me dejo la película fue muy visceral, de una gran molestia y ni siquiera me concientizó o me hizo sentir sensibilizada frente a los perros de la calle. A eso añado que soy voluntaria de refugios, adopte un perro callejero, les doy de comer y los ayudo, y este filme lejos de quererme hacer participar más, me hizo sentir molesta.

Un perro es leal, es noble, es humanitario tanto o más que la propia especie humana; es más, hasta dicen que el perro es probablemente la única especie del mundo, que siga amándonos y ahora resulta, que en esta cinta un montón de perros pendencieros que quieren venganza matan a los malos de una ciudad a sangre fría; no lo puedo creer, ni siquiera la película de los Doberman asesinos es tan mala.

Definitivamente este cinta, Hagen y yo, White God o Fehér isten es una pésima muestra de una problemática seria, bajo la dirección de Kornél Mundruczó con las actuaciones de Zsófia Psotta, Sandor Zsoter y Lili Mnori.

Sinopsis

¿De qué trata? la película Hagen y yo, White God es la historia de Hagen, un perro mestizo pero muy amado por su dueña Lili, una joven y desubicada adolescente que por azares del destino termina viviendo con su padre 3 meses; en ese lapso de tiempo tendrá que acostumbrarse a las costumbres de él y en eso Lili se da cuenta que no hay espacio, lugar y paciencia para Hagen, por ello termina siendo abandonado en la calle a su suerte.

Rápidamente Hagen se da cuenta lo difícil que es el abandono, la traición y tratar de sobrevivir en la ciudad, una llena de peligros y gente mala, que no será tolerante y paciente con él y su sufrimiento.

De forma paralela la cinta nos muestra a Lili, tratando de encontrar a su perro y tratando de ser una adolescente funcional, pero nada funciona y termina renunciando a su perro, a malas amistades y a todo lo que ella quería.

Al final de la cinta, un filme que parecen ser muchos que no tienen nada que ver, Hagen termina vengándose y matando a todas las personas que le hicieron daño.

Mi opinión

Una mala película que tiene dos historias alternas la historia de Hagen el perro y la historia de su dueña la rebelde Lili, dos historias que no tienen nada que ver, que desesperan.

Bueno, debo decir que al principio la historia tenía de dónde, cuando contaba la dura vida que vive un perro callejero intentando sobrevivir a la crueldad de las calles, una cinta que trataba de ser emotiva y cruda al mismo tiempo; pero rápidamente perdió el foco de la historia central y se perdió en una gran inmensidad de locuras, tripas, sangre y efectos especiales tan malos, que podías ver la ropa de entrenamiento que le ponen a las personas cuando un perro las muerde.

La película Hagen y yo, White God me hizo sentir molesta y no contra esta problemática, sino contra la cinta, ¿cómo es posible que haya ganado en Cannes?, ¿cómo?

Creo que es un buen intento, creo que ayudo a que muchas personas que no eran sensibles con el tema, miraran a este problema; pero no solo se trata de perros sufriendo en la calle o peleas, el problema va más allá y necesita la ayuda de todos nosotros.

Finalmente tengo que añadir, la película de perros que no te debes perder es cualquiera menos esa, desde Todos los perros van al cielo hasta las películas de Buddy super estrella.

Yes

Bloguera de hueso colorado desde el 2008. Porqué siempre hay algo que decir yes@elblogdeyes.com