Reseña de la película Whiplash

Por fin me pude escapar al cine para ver una de las películas más comentadas del momento, Whiplash, por lo que probablemente yo era una de las últimas personas en no haber visto esa cinta, pero ya lo hice y antes que nada, debo decir que si no la has visto, ¿Qué esperas?

Después de ver Whiplash comprendo porque esta película de un director tan novato, Damien Chazelle, está en la competencia por la estatuilla como mejor película.
Sin duda una excelente historia sobre la perfección que es consecuencia de una repetición extenuante y obsesiva; esa que convierte a las personas en iconos, pero también traza una camino peligroso hacia la locura.

Bien, no es que yo quiera asustar a nadie, o sonar fatalista pero todos sabemos que el camino para ser el mejor en algo, lo que sea, es uno vertiginoso y muy peligroso.

De eso se trata Whiplash: música y obsesión; que por cierto, que fatal nombre tan obvio le pusieron en español, afortunadamente lo único malo de la cinta es el nombre, ya que la actuaciones de este filme son increíbles y te sumergen dentro de esa trama, una que disfrutas pero al mismo tiempo sufres.

Una estupenda película que muestra un Miles Teller con una capacidad actoral inmensa; definitivo a este chico le quedan bien los dramas, esperó que se aleje de cintas de jóvenes en fiesta y se meta de lleno en papeles que lo retén; sin embargo después de haberlo visto en Whiplash, esperó ver su siguiente proyecto, Los 4 Fantásticos.

Pero bien regresemos nuestra atención a Whiplash, este drama de 106 minutos de duración.

Esta cinta me género opiniones encontradas; si bien me pareció excepcional, creo que el mensaje más poderoso se centra, en que tan válido es dar todo lo que uno es, por conseguir algo. Pero no cualquier algo, sino la persecución de un sueño, de ser el mejor en una categoría. Creo que este tema es algo sensible para las personas que hemos estado en esa loca persecución que nunca termina, una carrera que para ganar tienes de dejar literal el alma en ella. Y me incluyo en estas personas, tal vez todavía no sea la mejor, pero entiendo perfectamente la presión a la que estas personas se someten de forma personal y voluntaria, mientras que un maestro, un instructor o mentor exige que se deje el alma haciendo eso.

Se dice que para lograr plasmar tu nombre en la historia se debe sudar, se debe sangrar, se debe llorar, y claro volverte muy loco en el intento gracias a la presión, la angustia y el orgullo.

De eso trata Whiplash, de ese lado oscuro en el que un fin justifica cualquier acción, en este caso ser el mejor baterista. Porque no sólo se necesita talento, sino repetición y disciplina, una tan exigente que termina alejando a una persona de todos y de todo, para acercarla a esa única cosa que sabe hacer.

Debo decirlo, me gusto Whiplash, pero también como déjà vu, reviví mi historia personal en la que también recordé los gritos, las lágrimas, el sudor y la pasión que le puse a mi sueño de ser escritora. Y debo decir de forma personal que creo que nada justifica eso.

Lo entiendo, la vida son sacrificios pero, hay unos con un costo muy alto.

Así que seguro si ves Whiplash sales:

A) feliz por la pasión, el talento y el triunfo a pesar de la adversidad
B) frustrado por la presión de conseguir una meta

Así que Whiplash se anota un 10, no sólo por la buena historia, las actuaciones, la música o la trama, sino porque genera un gran impacto en cada persona que se sienta a ver esa película.

Sinopsis

¿De qué trata? Whiplash, es la historia de Andrew, un joven músicos de jazz, que acaba de entrar a uno de los conservatorios más importantes de Estados Unidos para tocar la batería, pero su sueño no sólo es tocar jazz, su sueño es ser el próximo gran baterista del mundo. Por ello se esfuerza día y noche para pasar de ser el suplente en una orquesta sin importancia en el conservatorio para llegar a la banda de Terence Fletcher, un músico que tiene fama de malhumorado y muy duro.

La pasión de Andrew y su continuo esfuerzo rápidamente le asegura un lugar en esa banda; pero muy pronto descubre que ese lugar no es el paraíso y está más cerca del infierno.
Pero cuando uno sigue un sueño, uno sabe que hay que seguirlo del inframundo al cielo.

En todo este proceso de aprender y demostrarle a su mentor que él tiene el talento y lo que se requiere para dejar su huella en la historia de la música, una relación extraña de amor y odio se despierta, hasta que Andrew sale de la banda.

No quiero darte muchos spoilers para no arruinarte la película, pero hay datos que hay que revelar, porque ese suceso es la apertura de la mejor presentación musical de Andrew, claro para llegar a ella su vida personal, amorosa, estudiantil tuvo que estrellarse estrepitosamente contra el suelo.

Si bien Andrew consiguió eso que buscaba, perdió todo, TODO, lo que tenía en su proceso.

Eso me hizo preguntarme, ¿eso es éxito?, ¿triunfar en algo y perderlo todo?

Whiplash es una película para reflexionar, no para celebrar el talento. O bueno, eso entendí yo.

https://youtu.be/KWKv9Nc0HBI

El reparto

Una película de muchos personajes, que se resume a dos figuras de mucho carácter y pasión.
El joven músico Andrew interpretado por Teller y el veterano maestro Fletcher interpretado por J. K. Simmons.

En pantalla vemos pasión, enojó, furia y amor, algo difícil de transmitir, pero estos dos actores lograron hacer que esta historia tuviera una gran variedad de matices.

Qué más puedo decir, nada más que bravo.

Mi opinión

Esta película me recordó mucho al cisne negro, ambas historias en un viaja a la locura sin boleto de regreso, con personajes comprometidos con la gloria y su orgullo, al parecer la única cosa que los mantiene a flote en ese inhóspito mar de competencia, que exige mucho.

Whiplash es una película interesante, polémica que se merece un 9 de calificación, pero debo confesar que después de verla se levantaron algunas fibras dentro de mí, para concluir que el éxito, no es únicamente ser el mejor en algo, conseguir un sueño; éxito es lograr eso y ser feliz en el proceso, es tener con quien compartir esa experiencia y todo lo que hubo detrás.

Porque no sirve de nada hacer las cosas mejor que los demás, mientras todo lo demás en tu vida es un completo y rotundo fracaso.

Eso no es éxito, y quien piense lo opuesto, de verdad me asusta su definición de éxito, felicidad y sueño máximo en esta vida; me asusta porque me dice que esa persona renunciaría a todo por obtener una cosa.

La vida es difícil, lo sé, pero vale la pena volverse loco en el proceso, quedarse sin amigos, sin relaciones, pero eso sí, tener reconocimiento. ¿Eso vale la pena?

Y eso es lo que plantea Whiplash desde mi punto de vista.